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Diario de dos descastados

despues de varios meses de realidad...

... a ver si tengo ánimo recordar todo aquello... ahora los colores son más sepia y sólo se recuerda lo bueno...

Cervantes es un pueblo de la costa oeste en australia. Al parecer era una zona minera sin nombre, y cuando construyeron un pueblecito para que los mineros vivieran allí, un petrolero de nombre Cervantes se hundió por las cercanías, acontecimiento que se usó para dar nombre al lugar. El caso es que es un pueblo curiosísimo, donde todas las calles tienen nombres españoles relacionados con Cervantes (Barcelona st, Valencia st, Don Quijote Caravan Park,...) e incluso se pueden ver cuadros alusivos al hidalgo y su escudero. Llegamos en el Greyhound a las tantas de la mañana y a pesar de dejarnos en la calle principal (que era un camino de tierra anchísimo con casas cada 200 metros) tuvimos que hacer uso de las linternas para llegar hasta el albergue. La dueña nos habia dejado las puertas abiertas con un sobrecito con la llave de la habitación... lo cierto es que la gente allí es enormemente acogedora y confiada...

Al día siguiente hicimos una excursión al desierto de los Pinnacles, que es una zona desértica de arena amarilla con unas curiosas formaciones rocosas, al estilo de dientes de piedra que surgen del suelo. El guía nos explicó el proceso de formación de las piedras e incluso que habían servido como prueba para demostrar la existencia de más de una época glacial. El 4x4 del guía se llamaba Rocinante y nos comentó que hacía poco tiempo había estado allí un equipo de Telemadrid precisamente haciendo un reportaje sobre un remoto pueblecito de otro planeta llamado Cervantes. Unas cuantas fotos y un guía muy locuaz nos hicieron pasar unas buenas horas viendo...¿piedras ? :-D
De vuelta al albergue, nos encontramos con que la dueña también era cocinera y hacía unas tartas y pasteles extraordinarios. Despues de reponer azucar (y almacenar para el camino), nos subimos de nuevo al Greyhound con destino a Kalbarri...

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